Los problemas económicos que dejan cada
día a más personas sin empleo, las guerras atroces que no perdonan siquiera al
eco de los llantos y una clase política con promesas dignas de ser uno de los
miles de cuentos de Scheherazade, nos traen bajo sus brazos el rumor de las
voces del pueblo exigiendo ser escuchado.
Hay días en los que el mundo se vuelve un
lugar insoportable, donde el calor veraniego incendia las calles y no existe
oasis que calme la sed ni la falta de amor.
Pasa, también, que el mundo abruma y el
barrio llora de noche, y yo intento detener la fugacidad del tiempo con un
pequeño poema con aires de venganza.
Urgencias
Quizás,
Quizás,
Quizás,
Magnífico poema!
ResponderEliminarLa sonrisa llegará cuando callen las bombas, cuando las mentiras dejen de ocupar el papel principal del atril, cuando todos regalemos un poco más de poesía a los que tenemos cerca!
pd. Pues si, veo que comparto nombre y primer apellido con tu padre! Aún descubriremos lazos familiares entre palabras y poesia jaja!
Un abrazo fuerte desde Barcelona!
Me acordé de "Diario a diario", de Cortázar.
ResponderEliminarLa prensa, así como tu texto, nos dicen millones de cosas según el momento.
Seguí escribiendo, Dani!
Tenés una lectora suscripta :)
(Sin internet, por el momento, pero al pie del cañón)
Me sumo a lo de que me abruma el mundo.
ResponderEliminarMucho. Pero hay veces que tengo que dejar de pensarlo, para seguir viviendo.