miércoles, 28 de marzo de 2012

ANALOGÍAS


 “Relación de semejanza entre cosas distintas. / Razonamiento basado en la existencia de atributos semejantes en seres o cosas diferentes”.

ANALOGÍAS
Hay una araña sobre mi cama. Acaso pensar que va a venir a picarme justamente a mí, ¿no me convierte en una persona absolutamente egocéntrica? Con todos los lugares que tiene para esconderse, con todas las moscas para comer, ¿justamente va a venir a picarme a mí? No, basta de creerme que soy el centro del mundo. Es obvio que la arañita se bajará y buscará a alguien mejor que picar, alguien que la haga sentir como un verdadero bicho, alguien que le de todo lo que yo no le puedo dar.
Pero bueno, ella sigue sobre mi cama, inmóvil, mirándome con sus pequeños ojos, esperando que yo de el primer movimiento. Seguro se va a decepcionar porque no pienso hacerlo, le tengo una fobia increíble, y más si es de esas que te analiza la vida como si supiera que hacer para arreglártela. ¿Qué quiere? Creo que su aburrido plan es molestarme un rato y reírse burlonamente de mí.
Se empieza a acercar con esas largas y finas patas, y su cuerpo gordo de película de  terror barata. Me tiene duro como una piedra. Ya sé, la voy a aburrir con mi retórica y mis conocimientos literarios, quizás se marche.
Nada funciona, cada vez está más cerca. Ya es inevitable, me va a picar, pero quizás quiera que lo haga, para que por una vez en mi vida algo me envenene y me sienta vivo. Y quien sabe, quizás si sea el centro del mundo, quizás todo este tiempo haya soñado  con miles de bichos sobre mí y termine extrañando a la araña que se animó a subirse a mi cama. 

miércoles, 14 de marzo de 2012

WISLAWA SZYMBORSKA


Les dejo un humilde homenaje a una mujer que es todo un referente para mí. La descubrí por accidente, como se descubren a estas mujeres, y supe desde entonces que era amor a primera a vista. Una lástima, a ella, como a tantas otras, tampoco se lo dije.  
Perdón por mi prolongada ausencia. Nuevos textos y poemas vienen en camino. Estamos en la dulce espera. Quizás este otoño que aguarda sigiloso nos sorprenda con menos prisas y más abrazos. Abrazos, miles.

Amor a primera vista

Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.

Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?

Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.

Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,

una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,

que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?

Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es mas que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.

Wislawa Szymborska