La arena del reloj parece caer lentamente aunque fuera todo sea distinto y los dioses correteen por la ciudad, haciendo que la Tierra gire más deprisa y tus abrazos sean eternos, al igual que estos versos de día Lunes.
Bostezas
Bostezas
y disimuladamente
miro el reloj.
La noche
te hincha los párpados
mientras
me acalambra
el cuello y el alma.
Seguramente,
fuera,
se oirá el rugir
de la estatua
de un león apenado
y temblarán
los rincones oscuros
repletos de vicios
y arderán
las calles bajo
las lámparas de sodio
que juzgan las sombras
de los amantes
mal escondidos.
Bostezas
y susurrando
pregunto
si la noche
se acorta o,
simplemente,
más rápido
cuando estoy a tu lado.
El tiempo es un gran tema para los enamorados, las esperas se sienten eternas y las horas juntos, apenas instantes.
ResponderEliminarBesos