“Hay discusiones que valen la pena continuar toda la vida”.
Discusiones
¿Cómo
no voy a fruncir el ceño?
Si
es dar vuelta la página
para
ver que la cosa no anda.
Sí.
Ya sé. Tienes razón.
Mejor
dejo de lado el diario
y
termino el café.
¿Los
chicos? ¿Siguen durmiendo?
No.
No los despiertes,
preparo
el bolso y marcho.
Sí.
Ya tengo todo.
Te
dije que te amo, ¿verdad?
Bueno,
te amo.
No,
que nunca está de más.
Eso sí, anota
todo los besos
que
te debo, que a fin de mes
pasamos en limpio las cuentas.
Mejor
me voy. No quiero llegar tarde.
Está frío fuera. Frío y duro
¿Y
si mejor me quedo?
No. No me regañes.
Te
prometo que mañana será
un
nuevo día, hermoso y radiante,
y oiremos en la radio
al
señor del pronóstico,
y
seguramente te enojes
cuando
frunza el ceño al leer el diario
y
no me quiera mover de tu lado.
Voy
yendo, que la cuidad no perdona.
Fumaré menos, no te preocupes.
Te
me cuidas esa tos.
Te
amo.