Allí
estaba ella. Un mundo distinto. Uno donde habita el dolor pero también la
esperanza. Uno donde las sonrisas espantan a los fantasmas. Uno donde los abrazos
valen más que las palabras. Un mundo distinto que nos muestra que la vida pasa
por otro lado y no por esta vorágine que nuestro empeño por ser eficientes y
productivos ha creado. Sí, allí estaba ella, esperándome para enseñarme que
no sé nada, por lo menos nada de lo que realmente importa.
domingo, 13 de abril de 2014
viernes, 11 de abril de 2014
FÉNIX
...su sonrisa estaba
íntimamente comprometida con la paz...
Fénix
Ella
sonríe
y,
aunque no sea cierto
y
sepa que no le creo,
me
dice
"todo
está bien,
no
te preocupes"
y
me abraza,
como
si no hubiese mañana,
como
si fuese
a
prenderse fuego,
y
en sus brazos,
suavemente,
la
escucho,
"Quedate
tranquilo,
esta
noche
ya
salvamos el mundo".
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