Analgésicos
El
té de tilo
que
tu madre
me
ofreció
cuando
te visité
la
primera vez.
La
voz
de
la señorita
que
atiende
la
panadería
los
jueves.
El
sol
de
la tarde
que
entra
con
timidez
a
mi habitación.
La
aspirina
que
trago
con
un vaso
de
agua
fresca.